domingo, 4 de enero de 2009
Hoy es así...
¿Dónde desahogarme? Creo que este es el primer sitio en el que pensé. Llevar conmigo esta cruz no es fácil. A veces deseo no existir sólo para no pertenecer a esa mínima parte de la población que padece de este síndrome. Existen períodos tan difíciles, casi imposibles de llevar, y superarlos es una odisea. Desde que esta enfermedad se manifestó en mi vida, todos los días se han convertido en una lucha constante y el tiempo para disfrutar de la existencia que me rodea ha disminuído considerablemente, ya que todos los sentidos de mi cuerpo se enfocan en que éste pueda sentirse bien, en enviarle positivismo para poder darle algo de tranquilidad y descanso, aunque sea por unos minutos.
El día de hoy las vacaciones comienzan aquí, y yo... tengo miedo de salir de mi casa, porque mi cuerpo no me acompaña, más bien, me maneja y decide por mí cada paso que doy. Es él quien me limita a hacer todo lo que anhelo. Sinceramente, más que un envoltorio para vivir en este mundo, me parece que el cuerpo es una máquina inservible. Si sólo fuera un espíritu... todo sería diferente. Sería libre.
Tengo miedo de dejar mi refugio en el que tengo todo en caso de que mi cuerpo me traicione una vez más, no quiero ir a un sitio con desconocidos donde mi enfermedad me cause problemas.
Y es cierto... a menudo yo misma me siento como un problema más que una ayuda para los demás.
Sólo espero ayudar con los pequeños detalles que entrego día a día, ojalá se hicieran notar como manchas gigantes en el cielo, como algo realmente importante, para yo sentirme importante a la vez...
Es difícil. Probablemente después me arrepienta de haber escrito esto, porque esta no soy yo las 24 horas del día, pero bueno... es mi blog, ¿no?
☎ ☎
Susurré a las... 7:58
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